Destacado jefe militar de los naturales isleños
frente a los conquistadores castellanos.
No era muy alto de cuerpo, mas era grueso,
ancho de espaldas, gran cabeza, el rostro redondo, las narices pequeñas
y muy anchas las ventanas, la edad mediana, bien repartido de miembros.
Doramas significaba en el idioma canario ancha nariz según
palabras de Tomás
Marín y Cubas.
El antiguo bosque o selva existente en el norte de
la isla de Gran Canaria que se extendía por territorios de
Arucas, Moya, Firgas y Teror, recibió el nombre de este patricio
guanche. Hoy en día sólo se conserva parte de lo que
pudo ser esa selva en los Tiles de Moya.
Doramas fue guerrero valiente y decidido.
La primera noticia que de él se tiene es su
participación en la destrucción de la Torre de Gando,
hecho que le va a permitir un rápido ascenso social. Decidió
organizar una tropa escogida entre sus adeptos para independizarse,
autoproclamándose guayre. Se situó en la montaña
que tomaría su nombre.
Cuando Bentaguayre (guanarteme, rey de la zona sur
desde Arguineguín a Telde) fallece (en fecha incierta entre
1472 y 1474),
los canarios deciden ofrecer la corona a Doramas. Éste acepta
el cargo y abandona la selva para dirigirse a las llanuras del sur.
Durante la invasión de Juan
Rejón, en 1478, Doramas
mantiene duros enfrentamientos y sufre su primera derrota, en las
márgenes del Guiniguada. Poco más tarde celebrará
la victoria conseguida en la cuesta de Tenoya sobre Juan
Bermúdez.
Cuando Pedro de Vera sucede a Juan Rejón en
el mando militar castellano, planifica una incursión con
todas sus tropas hacia los territorios de Arucas, deseoso de finalizar
una conquista que duraba ya casi tres años.
Tras una encarnizada batalla Doramas es derrotado,
hacia 1480 ó 1481.
Los isleños intentan recuperar el cadáver
pero, finalmente, deben abandonarlo y huir. Pedro
de Vera mandó que le fuese cortada la cabeza y puesta
en una pica, exponiéndola durante algunos días. Sólo
después de su muerte se comenzó a conquistar la isla
con mayor facilidad.
Tanto vencedores como vencidos comenzaron a denominar
a Doramas como el último de los canarios, según palabras
de José
Viera y Clavijo.
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