El descubrimiento y conquista de Canarias, y por
ende de Gran Canaria, no fue casual, ya que se tenían noticias
de las islas desde la época clásica. En la época
medieval ya Gran Canaria comienza a ser visitada por navegantes
y misioneros europeos. Así, después de 1339, se inicia
una expedición capitaneada por florentinos y genoveses, bajo
el patrocinio de Alfonso
IV de Portugal, cuyo piloto, el genovés Nicolosso
da Recco, realiza una descripción de las costumbres de
los habitantes de Gran Canaria, de la cual dice que era la más
poblada y sus aborígenes "risueños, alegres y
más civilizados que muchos españoles".
A partir de 1340 se producen una serie de viajes a cargo de mallorquines
y aragoneses cuya misión es evangelizar las islas. Fruto
de estos viajes es la creación en Gran Canaria del obispado
de Telde. Se dice que la expedición fue financiada por
dos comerciantes mallorquines, los cuales solicitaron permiso del
Papa para acometer la empresa; el Santo Pontífice, en 1351,
erige la diócesis de las Islas Afortunadas y nombra como
primer obispo al carmelita Fray
Bernardo.
A partir de 1353 no se vuelve a tener noticias de nuevos viajes
a la isla, hasta que Juan de Bethencourt intenta conquistarla, pero
es rechazado frente a las costas de Arguineguín. El siguiente
paso es ya la conquista de la isla.
La conquista de Gran Canaria transcurre en el último tercio
del siglo XV, una vez que los Reyes Católicos obtienen los
derechos de los señores de las islas ya conquistadas, al
no haber sido capaces de someter a las islas de Gran Canaria, Tenerife
y La Palma. Esta conquista va a acusar una mayor intervención
estatal, frente al carácter privado de las de señorío.
En especial, necesitó intervención la conquista de
Gran Canaria, que se sufragó, además, con el producto
de una bula
de indulgencias. En la expedición se enrolan soldados
y compañías de oficio y paga, además de otros
que se enganchan voluntariamente.
Los navíos de la empresa zarpan de los puertos andaluces
al mando de Juan
Rejón y del deán
Bermúdez, y el 24 de junio de 1478 llegan al puerto de
las Isletas. Y avanzando ese mismo día en dirección
sur, plantan el Real de Las Palmas, junto al Guiniguada, origen
de la futura capital de Gran Canaria. Allí se celebra la
primera confrontación entre indígenas y castellanos.
Aquellos, capitaneados por Doramas,
Maninidra
y Adargoma,
sufren la primera derrota. En el mes de julio, los canarios atacan
de nuevo el Real, dirigidos por Maninidra, quien, después
de dar batalla, se retira para iniciar la guerra
de guerrillas por el interior de la isla.
Poco tiempo después surgen rivalidades entre Juan Rejón
y el deán Bermúdez, lo que origina la salida de aquél
para Castilla, quedando como su sustituto y nuevo gobernador Pedro
de Algaba. En 1479 llegan nuevos refuerzos para la conquista
de la isla con Juan Rejón y el Obispo
Frías a la cabeza. Con esta llegada se producen algunos
desórdenes, pues Rejón apresa y ajusticia a Algaba.
Esto hace que los Reyes nombren como nuevo capitán de la
conquista al jerezano Pedro
de Vera, quien llega a las Isletas en 1480.
Vera intenta acabar la empresa, pero aún deberá esperar
tres años más. Hostiga Gáldar y, en una celada
nocturna, uno de sus capitanes, Alonso
Fernández de Lugo, hace prisioneros a un grupo de isleños,
entre los cuales se hallaba el Guanarteme Tenesor Semidán,
que tras ser bautizado será llamado Fernando
Guanarteme. Esta presa fue importantísima para la conquista,
y dio nuevo rumbo a las operaciones siguientes. Guanarteme fue enviado
a la corte para ser presentado a los Reyes, como prueba de lo avanzado
que iba la empresa militar. Una vez allí, el indígena
aceptó la superioridad de Castilla y se convirtió
al cristianismo.
Cuando don Fernando Guanarteme vuelve a la isla se encuentra a su
pueblo reducido en varias fortalezas naturales, desde las que se
hostigaba a los castellanos. Viendo la situación y conociendo
de cerca el poder de los Reyes Católicos, intenta atraerse
a los naturales, aconsejándoles la rendición.
Después de distintas escaramuzas y confrontaciones, y de
diferentes rivalidades, la conquista concluye según las crónicas
un 29 de abril del año de 1483.
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