Febrero 2003:
BAJO EL SIGNO DE LA ILUSTRACIÓN. INSTITUCIONES DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX.

 Cristóbal García del Rosario – Yolanda Arencibia
 
 

La Ilustración es el movimiento filosófico que caracterizó por excelencia al siglo XVIII europeo. Se trata de un movimiento innovador, casi revolucionario, que va a afectar a todas las facetas de la sociedad: al pensamiento, a la cultura y al arte. Se propone lograr el progreso y el bienestar de la sociedad, modernizándola a través de la educación y la cultura, desde los principios de la soberanía de la razón y la experimentación frente a la revelación y la autoridad. Porque el hombre ilustrado tiene una confianza ilimitada en el progreso de la humanidad mediante la “ilustración” o las “luces”. Progreso y bienestar van a ser, pues, conceptos fundamentales para el hombre ilustrado; y, junto a ellos, otros tan importantes como el saber científico, la filantropía (es decir, el afán altruista de servir a los demás), la tolerancia y la paz. Al calor de la Ilustración, la ciencia y su base indiscutible, la enseñanza, van a experimentar un avance notable.

En la Gran Canaria del siglo XVIII el espíritu ilustrado se verá fortalecido por la feliz coincidencia de una serie de Obispos y clérigos de ideas avanzadas que tuvieron como norte común la transformación de la sociedad civil desde la Iglesia, pero apoyando la política Real que protagonizaba, principalmente, el rey Carlos III. Estos Obispos, que se sucedieron entre 1769 y 1816 fueron Juan Bautista Cervera (o Servera), Joaquín de Herrera, Antonio Martínez de la Plaza, Antonio Tavira y Manuel José Verdugo.

El movimiento cultural ilustrado llega a Canarias en la segunda mitad del siglo. Y la sociedad va a sumarse a él mediante la creación de “
establecimientos útiles”, en pro de la búsqueda del progreso para una sociedad muy necesitada de él. Este espíritu innovador traspasará las fronteras cronológicas del siglo XVIII para dejar su huella en distintas corrientes culturales que se suceden a lo largo de los siglos XIX y XX, muy marcadas por la filosofía ilustrada. Y también fructificará este espíritu en distintas Instituciones, de ayer y de hoy, que han contribuido eficazmente al desarrollo y a la vertebración social de la isla, bajo el signo de la Ilustración.

La
Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas fue fundada en 1776, bajo la protección del rey Carlos III y el impulso directo del Obispo Cervera. Correspondió al Canónigo José Marcos Verdugo ser su primer Director. Su finalidad, a lo largo de los más de dos siglos de su existencia, ha sido la de contribuir al desarrollo de Gran Canaria, en todos sus aspectos: favoreciendo la economía (agricultura, pesca, bosques, industria, comercio, puertos, aeropuerto, comunicaciones, etc.), promoviendo la educación (escuelas primarias, de Dibujo, enseñanza secundaria y universitaria) y apoyando la cultura (exposiciones, conferencias, publicaciones, etc.), desde el altruismo y el patriotismo que preconizan sus Estatutos y que despliegan las personas sensibles que constituyen la Sociedad, más allá de ideologías políticas o creencias religiosas. Prácticamente, todas las personalidades destacadas de la intelectualidad de la isla han estado vinculadas e identificadas con la labor de los “Amigos del País”; recordemos, entre muchos nombres importantes, el del científico Dr. Verneau, el del jurista, periodista y político Franchy y Roca, el de los hermanos Juan y Fernando de León y Castillo, o el del ilustrado lanzaroteño José Clavijo y Fajardo, que fue acogido como miembro especial de la sociedad en 1800. La sede actual de la Institución está en un edificio del barrio de Vegueta de la capital grancanaria, situado en la Plaza que lleva su nombre- Plaza de la Real Sociedad Económica de Amigos de País de Las Palmas- y que preside el monumento a José de Viera y Clavijo, exponente máximo de la Ilustración Canaria y director de la Sociedad durante veinte años. Dirige hoy la Institución don Francisco Marín Llorís, Marqués de la Frontera.

El
Gabinete Literario nació como fruto del patriotismo insular de mediados del siglo XIX. Un grupo de ciudadanos inquietos acordaron su fundación en 1844 en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria con la finalidad de impulsar y defender el desarrollo social, económico, cultural y político de la ciudad y la isla. Ocupó el cargo de primer Presidente el culto y emprendedor inglés Roberto Hougthon y Hougthon, pero al año siguiente asumiría el cargo el cronista, médico y escritor Domingo J. Navarro. Muchas otras personalidades han asumido la dirección de la Institución, que ostenta en la actualidad don Juan J. Benítez de Lugo y Massieu. Surgió el Gabinete Literario desde la preocupación por la cultura y los asuntos políticos de Gran Canaria, pero también por los problemas económicos y sociales que la isla soportaba. Y pronto se convirtió en punto de referencia de la inquietud social, cultural y política, y en lugar de encuentro de la burguesía local en donde se gestaron, desde su creación, proyectos que fueron realidades importantes: como el Colegio laico de San Agustín, en 1845, germen del primer Instituto de la ciudad; la Orquesta y la Sociedad Filarmónica, también en 1845, de tan feliz continuidad; dos academias de arte que lograron acoger y fomentar la vocación artística de los grancanarios; una Caja de Ahorros y Socorros, antecedentes de la actual Caja Insular, etc., etc.

En el Gabinete se promovieron y se promueven actividades diversas, de matiz ilustrado y político y de contenido artístico y cultural: entre las primeras, recuérdese la Asamblea de 1972 para proponer la creación de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; entre las segundas, el Gabinete ha realizado ediciones de libros, ha organizado Bienales Artísticas, Conciertos, sesiones de Teatro, Lecturas poéticas, Conferencias, Exposiciones, etc.; actividades, unas y otras, que han traído a la isla la contemporaneidad universalista y el espíritu liberal. Fue la primera sede de la Institución los bajos del edificio del antiguo Teatro Cairasco, en la plaza del mismo nombre, en el mismo lugar en donde hoy se halla en nuevo Gabinete, en un espléndido edificio, remodelado totalmente en 1920 y declarado hoy Monumento Histórico Artístico.

En 1879 nace
El Museo Canario, con la ayuda del Ayuntamiento capitalino, bajo el mecenazgo de los principales ilustrados de la isla y con el apoyo de toda la intelectualidad local. El Acta constitucional se redactó en el despacho de don Amaranto Martínez de Escobar, en la calle veguetera de López Botas, con los nombramientos de Gregorio Chil y Naranjo como primer Director, Juan Padilla y Padilla como primer bibliotecario, Víctor Grau-Bassas como primer conservador y Domingo J. Navarro como primer presidente. Con el nacimiento de la institución, Chil y Naranjo se propuso reunir en un museo el testimonio de los primeros pobladores de las islas y de la inserción del mundo insular en la cultura española. Desde entonces, y hasta ahora, su misión ha sido la de salvaguardar y atesorar el patrimonio cultural de Canarias desde los aborígenes hasta la actualidad. El Museo Canario ha logrado conservar su sentido más enciclopédico y universal, bajo el signo de la Ilustración, filosofía cultural a la que genéricamente se pueden adscribir las generaciones de hombres y mujeres que durante sus casi ciento veinticinco años de existencia le han dado vida y proyección internacional. Aparte de las actividades históricas, antropológicas y arqueológicas, El Museo Canario ha organizado de manera regular exposiciones, conferencias, conciertos, actividades teatrales y llevado a cabo una interesante política editorial, especialmente a través de la revista que lleva su nombre y de colecciones literarias que ha ido promoviendo. Por sus colecciones, sus publicaciones y las actividades desarrolladas, El Museo Canario constituye el Primer Centro Cultural, que desde la sociedad civil se ha creado en Canarias, ya que conserva la estructura jurídica de Asociación Científica, con la que fue dotada por sus fundadores y legatarios. El Museo Canario es hoy Museo Antropológico, Arqueológico y de Historia Natural; pero además es Archivo, Biblioteca, Hemeroteca, Ateneo y Centro que promueve la Investigación, la Docencia y la Cultura, al servicio de la ciencia en general. La institución El Museo Canario tuvo su primera sede en unas dependencias cedidas por el Ayuntamiento, en las propias Casas Consistoriales; y allí permaneció hasta 1922. A partir de entonces, el propio Doctor Chil lega a la Institución sus bienes, haciendo donación expresa de su casa y de su finca de Guía de Gran Canaria. La antigua casa del Dr. Chil, en pleno corazón de Vegueta, es hoy la sede del Museo. Y la Institución, vinculada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se rige por un Patronato que la administra y la sostiene. Su actual presidente es don Víctor Montelongo Parada.

El Círculo Mercantil (1879) surge con el auge de los Puertos Francos (1852) y al calor de la creciente actividad comercial de Las Palmas de Gran Canaria y su Puerto. La iniciativa partió de un grupo de empresarios del Comercio que vieron la necesidad de adelantarse institucionalmente al reciente dinamismo económico, frente a la siempre lenta burocracia oficial: Bernardo de la Torre, Tomás Miller y Juan Rodríguez Quegles, banquero, comerciante y político). El Círculo Mercantil contribuyó a distintas obras relacionadas con sus fines: la más importante, la de la construcción del nuevo Puerto de la Luz, ya que fueron los primeros Presidentes de la institución (Bernardo de la Torre y Juan Ripoche) quienes lograron que la Compañía inglesa Swanston construyera el proyecto. También se consiguió con su apoyo la instalación de la Escuela Superior de Comercio, la apertura del Banco de España y la creación de la Cámara de Comercio en 1901; y el Círculo trabajó en la iniciativa para construir el Palacio Militar frente al Parque San Telmo. El espíritu del Círculo Mercantil se involucró en la lucha por la división de la Provincia; y un aire de cosmopolitismo ha impregnado todo su hacer, al estar la Institución alineada en el librecambismo que tantos beneficios económicos y esplendor han proporcionado a Gran Canaria. Paralelamente, las actividades culturales y recreativas del Círculo Mercantil lograron dinamizar la vida cultural y social de la ciudad capital. La institución publicó una revista, el Órgano del Círculo Mercantil, a partir de 1886; y organizó (y organiza) exposiciones de arte, conferencias, conciertos y fiestas sociales, además de involucrarse en algunas publicaciones. El Círculo Mercantil tuvo su sede en un hermoso edificio ajardinado de la calle capitalina de San Bernardo, en pleno corazón de la comercial Triana. Allí continúa; aunque aquel bello inmueble ha pasado a la historia, sustituido por una edificación moderna y sin personalidad que reserva su planta principal para los locales de la Institución. Es su presidente actual don Eusebio Camino Ramírez.

Una entidad ilustrada de carácter regional es la
Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel. Fue fundada por Isabel II en 1849 con sede en Santa Cruz de Tenerife (por entonces la capital de Canarias) y sus actividades se circunscribían al terreno pedagógico. En su marco se promovió el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, en cuyo espacio tuvo la Academia su sede. Tras tiempos grises, asume la presidencia, en 1983, el pintor tinerfeño Pedro González que ha comenzado una etapa de renovación que contempla su apertura al resto del Archipiélago. Desde 2000 es su presidente el crítico de Arte y periodista Eliseo Izquierdo. La principal tarea de la Academia es el fomento de las Bellas Artes y, muy es especialmente, la salvaguarda del Patrimonio.

 

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